Alicia Reyes narra la satisfacción que representó para ella que el Primer Premio Internacional Alfonso Reyes, instituido para honrar la memoria de este mexicano universal, fuera concedido en 1973 a Jorge Luis Borges.
-Casi me cuesta la vida -dice. -Recibía llamadas que me decían que si invitaba a Borges habría fuerzas de choque.
Y Borges bajó del avión, apoyado en su bastón, directamente a los brazos de Alicia, Tikis, como le decía de cariño su abuelo y le siguen diciendo en casa.
Al llegar a la Capilla Alfonsina, Alicia le preguntó a Borges, usando el diminutivo afectuoso inglés que daban amigos y familiares al gran escritor argentino:
-Georgie, ¿qué ves?
Y Borges contestó:
-Veo luces amarillas, pero huelo a libros.